BRICK.—(Levantándose y yendo hacia el bar) ¿Ibas a
decir algo?
MARGARET.—Sí; que me encuentro sola. Muy sola, Brick.
Terriblemente sola.
BRICK.—Eso le ocurre a todo el mundo.
MARGARET.—No. ¡Yo estoy más sola que nadie! Vivir con
el hombre que se ama y que ese hombre no te haga caso es mil veces peor que
estar sola del todo.
BRICK.—Maggie, ¿te gustaría recobrar la libertad?
(Pausa violenta)
MARGARET.—(Aterrada) No, no, no. ¡Eso sí que no!
La gata sobre el tejado de zinc (caliente). Tennesse Williams
MARGARET.—(Acercándose a BRICK) Sólo tienes que
escribir: "De tu hijo que te quiere, Brick".
BRICK.—(Gritando) ¡No!
MARGARET.—Escríbelo; es muy importante, para él y para
nosotros.
BRICK.—No me gusta que me digan lo que debo hacer. ¿Ya
has olvidado las condiciones que acepté para que continuáramos viviendo juntos?
MARGARET.—Tú no vives conmigo, Brick. Únicamente
compartes la misma jaula.
BRICK.—Sí. Lo
intentaré. (El ABUELO llena un vaso y se lo alarga. Pausa mientras BRICK bebe
con ansiedad) ¿Sabes qué es la mentira?
ABUELO.—Creo que sí.
¿Te ha mentido alguien?
[...]
ABUELO.—Entonces
¿quién te ha mentido?
BRICK.—No se trata de
una sola persona, ni de una sola mentira. Son muchas cosas juntas.
ABUELO.—(Arrancando el
vaso de las manos de BRICK) ¡Yo sí que podría hablarte de la mentira! Piensa en
las muchas que he tenido que soportar. Piensa en toda esta comedia. Por
ejemplo: fingir que quiero a tu madre, cuando desde hace cuarenta años no puedo
sufrir su presencia, ni el sonido de su voz, ni el calor de su cuerpo. Fingir
que quiero a Gooper, a la estúpida de su mujer, y a sus cinco engendros y, sin
embargo, nunca he podido soportarles. (Un espasmo de tos le hace agarrarse el
estómago y caer sentado en una silla. Su voz es más ronca y profunda) En cambio
a ti, no sé por qué, te he querido siempre. Sí, siempre. Tú y mi triunfo como
plantador, sois las únicas compensaciones que me ha dado la vida. Esa es la
verdad. La única verdad. No puedo explicarte el por qué; pero es así. Yo he
vivido fingiendo siempre. ¿Por qué no haces tú lo mismo? Debemos contentarnos
con eso, ya que no existe otra cosa. Tienes que intentarlo, Brick.
BRICK.—Sí. Existe otra
cosa.
ABUELO.—¿Cuál?
BRICK.—(Vaciando el
vaso de un trago) ¡Esta!
ABUELO.—Eso no es
vivir. Es evadirse, desperdiciar la vida.
BRICK.—(Bebiendo de
nuevo) Pero es que yo quiero evadirme, desperdiciar mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Dime argo!