Hay que joderse, tío, hay que joderse. Decimos esto muchas
veces al día (hay que joderse), y ¿sabéis? lo decimos en el sentido equivocado.
Me explico. Te pasa algo malo, yo que sé, qué te digo yo,
planeas una velada perfecta para cuatro y al final viene el hijo de puta de
Murphy, te falta un plato, no caben todos en la mesa y ¡zasca! ya no sale todo
como tú esperabas, o no sé, se muere tu canario. Y dices “hay que joderse”.
Reflexión 1: Si molestar es sinónimo de joder, con esto diríamos “tengo que
molestarme, esto se ha echado a perder, y ahora tengo que sacar mi ira”. En cambio
lo que hacemos es... ya sabéis, jodernos. Nos encojemos de hombros y asumimos
que la vida es una mierda (que esa, por cierto, es otra frase que nos gusta mucho).
Y en fin, lo de echarle huevos y buscar
soluciones se lo dejamos a otro porque hay que joderse.
Conclusión 1: empieza a
joderte de verdad.
Reflexión 2. Si follar es sinónimo de joder. ¿No sería desde
esa perspectiva mucho más bonita la expresión? “Hay que follar” (perdón, mamá,
hacer el amor).
Y pues, no sé, no te digo que si se te muere tu canario
tengas que practicar el coito con él, a mi madre desde luego no le haría
gracia, pero tal vez si por cada mierda que nos pasa ponemos un poquito de amor
en nuestra vida y decimos “hay que joder(se)” las cosas nos vayan un pelín
mejor. Porque creedme, aunque a veces no os deis cuenta, siempre hay alguien con
quien hacer el amor.
Conclusión 2: Jode más.